Termina el curso y quiero despedirme de ustedes, los padres de los que han sido mis
alumnos durante este curso, porque el año que viene ya no estaré en este centro. De
hecho, no estaré en ningún centro debido al plan de ajuste en educación que ha puesto
en marcha nuestro gobierno, al igual que otros muchos profesores interinos.
Después de muchos años formándome (Bachillerato, Universidad, Escuela de idiomas,
Curso de Adaptación Pedagógica, cursos que me sirvieron para mejorar como
profesor, preparación de oposiciones en academia), de estar enseñando en diversos
centros educativos, el próximo año debido al aumento de las ratios, es decir, al
incremento de número de alumnos que habrá en las aulas, y de la disminución por lo
tanto de profesores en los centros, me quedaré en casa, replanteándome mi futuro,
porque también han congelado las oposiciones y ya no podré presentarme para optar a
una plaza. Tengo 35 años y una familia como ustedes, y ahora me obligan, después de
tanto esfuerzo, a cambiar de profesión porque va a ser muy difícil seguir trabajando en
algo que para mí es una vocación. Tantos años dedicados a la enseñanza, tantas
cosas aprendidas, tantos proyectos iniciados con los chicos ahora no me van a servir
para nada, porque “no hay dinero”.
Me dan mucha pena mis alumnos (y siendo egoísta mis hijos) que a partir de ahora
estarán peor atendidos, porque serán muchos más en cada clase y será muy difícil
para un profesor hacer frente a tantas necesidades como hay en un aula. Aquellos que
necesitan un apoyo para desarrollar sus capacidades se perderán totalmente. ¡Lo que
dejarán de aprender cuando no manden un sustituto en más de 15 días (este año
hemos llegado a estar hasta un mes) para sustituir la baja de un profesor!. Porque “no
hay dinero”.
Hay muchos que piensan que hace unos años las aulas funcionaban con 35 y 40
alumnos, que de ahí han salido muchos titulados universitarios, yo soy uno de ellos.
También apelan a que en muchos países el fracaso escolar no va unido al incremento
de las ratios. Pero no se dan cuenta que los contextos varían en el tiempo y espacio.
Les aseguro que una clase de ahora no tiene nada que ver con las nuestras. En
educación las cosas y modelos no son extrapolables. Nos han dicho durante mucho
tiempo que cada centro es diferente, que debe atender a su diversidad, a su contexto, a
su realidad social y ahora se pretende que todo valga para todos. La realidad social de
nuestro país, los valores que vemos en nuestros jóvenes distan mucho de otros
tiempos y otros lugares. Y yo estoy convencido, al igual que la mayoría de los
profesores, que todas estas medidas llevarán a nuestros alumnos a un fracaso escolar
aún mayor. Claro que todo esto se hace para “mejorar la calidad de la enseñanza”, y
porque “no hay dinero”.
Resulta curioso que no haya dinero para pagar profesores pero que sí haya para pagar
un parlamento europeo, otro nacional, un parlamento autonómico, diputaciones y
alcaldías. (No sé si son necesarios tantos "jefes").
También hay dinero para pagar pensiones vitalicias, y de cantidades importantes, a
diputados y senadores. Yo personalmente prefiero tener un profesor contratado que un
político en su casa felicitándose por las cosas buenas que hizo cuando estaba
trabajando para levantar el país. (En España tenemos 300.000 puestos políticos más
que en Alemania cuando esta nos dobla en población)
También hay dinero para mantener coches oficiales que vendieron unos y compraron
otros, evidentemente son coches de gama alta y para que nuestros eurodiputados
viajen en primera clase porque si viajan en clase turista se cansan. Eso sin contar
dietas, alojamientos y otros gastos.
Hay miles de millones de euros para rescatar a los bancos de la crisis pero sin que
después se les pida que devuelvan el dinero que se les ha dejado, este préstamo es lo
que nos deja sin dinero para la salud y la educación. Pero claro, los políticos y los
bancos siempre son muy amigos y la economía de libre mercado intocable. ¿No hay
dinero? No me lo creo. Con la excusa de la crisis, han retirado el dinero a lo más
necesario en beneficio de unos pocos. La educación pública, se está hundiendo y no
es por falta de dinero sino por puros intereses económicos.
Me gustaría pedirles solo una cosa, luchen ahora ustedes porque la educación de sus
hijos sea realmente de calidad, yo lo haré, ya no como profesor, sino como padre. Que
no les vendan duros a pesetas, porque la realidad es muy diferente. Se lo dice alguien
que ha estado dando la cara en un aula, y no un político desde un despacho.
Deseándoles lo mejor para usted y su familia.
Atentamente.
Un profesor
.......por poco tiempo.